¿Cuál es la diferencia entre mantenimiento preventivo y correctivo?

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Apr/2025
Comprar un auto es, sin duda, una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar. Ya sea como herramienta de trabajo, medio de transporte familiar o símbolo de independencia, un vehículo representa una inversión que requiere cuidados constantes.
Entre esos cuidados, el mantenimiento juega un papel esencial para preservar su valor, rendimiento y seguridad. Pero, ¿sabes realmente cuál es la diferencia entre mantenimiento preventivo y correctivo? Aquí te lo explicamos, para que puedas tomar decisiones más inteligentes y económicas a lo largo del tiempo.
Cuidar antes que reparar
El mantenimiento preventivo es aquel conjunto de acciones programadas que se realizan para evitar fallas futuras en el vehículo. Como su nombre indica, su objetivo es prevenir, anticiparse a los posibles problemas que puedan surgir por el desgaste natural de las piezas o el paso del tiempo.
Este tipo de mantenimiento se basa en revisiones periódicas que el fabricante recomienda en el manual del auto. Algunas de las tareas más comunes incluyen cambio de aceite y filtros, revisión y reemplazo de frenos, inspección del sistema de suspensión, entre otros.
Lo ideal es seguir una rutina constante, cada cierto número de kilómetros o tiempo, dependiendo del uso del auto. Por ejemplo, un cambio de aceite suele recomendarse cada 5.000 a 10.000 km, aunque puede variar según el modelo.
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Beneficios
El principal beneficio de este tipo de mantenimiento es la reducción de riesgos. Al detectar y solucionar pequeñas irregularidades antes de que se conviertan en fallas graves, se evitan situaciones de peligro en carretera, costos elevados por reparaciones mayores y un desgaste prematuro de componentes importantes.
Además, un auto bien mantenido no solo funciona mejor, sino que también conserva su valor de reventa, mejora su eficiencia en el consumo de combustible y extiende su vida útil considerablemente.
Actuar tras la falla
A diferencia del preventivo, el mantenimiento correctivo se lleva a cabo cuando el problema ya ha ocurrido. Es decir, cuando el vehículo presenta una falla o avería que afecta su funcionamiento y requiere ser reparado o reemplazado para volver a operar con normalidad.
Algunos ejemplos comunes incluyen reparación de una fuga en el radiador, sustitución de una bomba de agua defectuosa, cambio del alternador o motor de arranque dañado, entre otros.
Finalmente, cabe señalar que este tipo de intervención suele ser urgente y más costosa, ya que implica detener el uso del auto, trasladarlo a un taller y posiblemente adquirir piezas nuevas. Además, dependiendo de la gravedad del daño, podría comprometer otros sistemas del vehículo y generar más complicaciones.
Beneficios
Este tipo de servicio post venta permite restablecer el funcionamiento del vehículo tras una falla o avería. Su principal ventaja es la rapidez en la solución de problemas imprevistos, evitando que el auto quede fuera de uso por largos periodos.
Además, puede ser útil para resolver fallas que no se detectaron a tiempo, permitiendo que el modelo recupere su operatividad sin comprometer la seguridad o el rendimiento. Es una solución puntual que puede ser más económica a corto plazo si se gestiona correctamente.
¿Cuál deberías priorizar como dueño de un auto?
Si estás pensando en adquirir un modelo vehicular, el primer consejo es que adoptes una cultura de mantenimiento preventivo desde el primer día. No se trata solo de ahorrar dinero a largo plazo, sino de garantizar tu seguridad y la de quienes viajan contigo.
Establecer un calendario de revisiones, guardar los registros de mantenimiento y acudir a talleres confiables son acciones sencillas que marcan una gran diferencia. En cambio, depender únicamente del mantenimiento correctivo puede salir caro, tanto económica como emocionalmente, especialmente si la falla ocurre en momentos críticos.
Sin embargo, es importante entender que ambos tipos de mantenimiento se complementan. Aunque hagas todo lo posible por prevenir, habrá momentos en los que el desgaste natural, el clima o un accidente inesperado provoquen una avería. En ese caso, acudir rápidamente a resolver el problema es igual de vital para no agravar la situación.
Conoce la diferencia y elige con responsabilidad
Saber cuál es la diferencia entre ambas clases de mantenimiento te coloca un paso adelante como propietario responsable. El primero te permite anticiparte y cuidar tu modelo de vehículo como se merece; el segundo es una solución necesaria cuando el problema ya está presente.
Ambos forman parte del ciclo de vida de cualquier auto, pero el equilibrio entre ellos dependerá de tu compromiso como conductor. Al final, una máquina bien atendida no solo refleja cuidado, sino también responsabilidad vial.
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